Una entrevista, una anécdota y un cuento / Por Manuel Serna

La entrevista:

¿Cuál es su nombre y su cargo?

Mi nombre es Mirna Beltrán Arzaga y soy Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud en la Secretaría de Salud del Estado.

Tenía el cargo de Directora de Prevención y Control de Enfermedades de esta Secretaría y se creó este puesto para atender de lleno todo lo relacionado con la Pandemia de COVID-19.

Mi labor a nivel estatal es la equivalente a la que existe a nivel federal, como quien dice, se realizó una homologación del Gobierno del Estado con el organigrama de la Federación.

Dentro de esta subsecretaría recae la atribución de coordinar todos los esfuerzos encaminados a enfrentar los efectos del COVID-19 y de vigilancia epidemiológica para atender cualquier exigencia en caso de emergencias o desastres.

A partir de nuestra dependencia deben coordinarse todas las estrategias y por eso se nos brindaron las atribuciones para dirigir todo el sistema estatal de salud y colaborar intersectorialmente durante la Pandemia del Nuevo Coronavirus.

¿Cuál es su origen?

Nací en la Ciudad de Chihuahua hace poquitos años, soy hija de Beatriz Arzaga y Manuel Beltrán, somos de la Colonia Nombre de Dios, que es una de las más tradicionales de esta capital.

Mi papá es un contratista eléctrico que se forjó primero como empleado de Cementos de Chihuahua y con esfuerzo formó su propia empresa y mi mamá es también una pequeña empresaria que maneja un salón de eventos.

Tengo dos hermanos, uno vive fuera de México, se llama Aarón y mi hermana Ingrid que es la más pequeña, fue el pilón, le llevo 16 años de edad y es la que más se queja, dice que quiere una hermana mayor y no otra mamá, jajajaja.

Estoy casada con el doctor Luis Ricardo García, con especialidad en pediatría y tenemos dos hijas, Ana Victoria y Luisa Fernanda.

En la colonia Nombre de Dios asistí un Jardín de Niños cuyo nombre no recuerdo, luego a la Primaria José Martínez Estrada, enseguida a la Secundaria Estatal 10 que está en la Junta de los Ríos y cursé solamente un año en el Colegio de Bachilleres porque ingresé a la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

En dicha escuela el bachillerato estaba integrado a la carrera y dado que desde niña dije que iba a estudiar medicina, pedí permiso en mi casa para comenzar con la licenciatura en enfermería.

Al egresar de la UACh me fui a estudiar la carrera de medicina a la Universidad Autónoma de Guadalajara donde al culminar la licenciatura regresé a Chihuahua para realizar mi internado, el servicio social y comencé a laborar en la Secretaría de Salud.

En el 2003 labore en esta dependencia en la Ciudad de Delicias donde había prestado el servicio social y en 2004 comencé en los Servicios de Salud del Estado de Chihuahua.

Me tocó recorrer todos los Centros de Salud de Chihuahua hasta que me invitaron a liderar el área de epidemiología, luego me nombraron Coordinadora Estatal del Programa de Tuberculosis donde permanecí por 6 años.

Después de un año fuera ingresé a Pensiones Civiles del Estado en consulta externa hasta que en 2006 me pidieron regresar a la Secretaría de Salud como Subdirectora de Evaluación.

Al año siguiente entré a la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades y en abril 19 de 2020 me nombraron Subsecretaria de Salud del Estado.

¿Cuál es la situación actual del COVID-19?

La situación mundial la estamos monitoreando permanentemente, creo que es un tema que nos interesa a todos y México fue uno de los últimos países que presentaron los primeros casos de contagios.

La ventaja de nuestro país y de América Latina en general, fue contar con mayor tiempo para la preparación ante la inminente llegada de la epidemia.

Iniciamos con la planeación desde enero y febrero con las alertas epidemiológicas a principios de año y todas las entidades paramos las antenas.

Nosotros para finales de enero ya teníamos planeación y visión a futuro de lo que es una epidemia y después una pandemia al haber enfrentado la Influenza en 2009 y basado en eso, futureamos sobre como evolucionó en aquella ocasión y la forma en que podía comportarse el Coronavirus que llegó fuerte.

Para el febrero ya habíamos aterrizado nuestros planes a nivel de proyecciones y se comenzó con las primeras adquisiciones de insumos y los planes de reconversión hospitalaria y hacer inventario sobre todo el sistema público y privado para conocer nuestra capacidad instalada y hacia donde apuntar nuestras baterías.

Así ha sido nuestro progreso, hemos avanzado conforme ha evolucionado la epidemia y así como México, tuvo ventaja, Chihuahua también, ya que se presentó el primer contagio casi dos y media semanas después del primer caso en el país.

Después de semanas estar contabilizando lentamente los casos, en los últimos días hemos venido a la alza, aunque todavía no llegamos al pico en la capital, se que siempre nos dicen que repetimos esa historia pero tiene una razón de ser.

El que no llegue el pico a su máximo nivel todavía significa que hemos logrado con todas las medidas preventivas, extender el tiempo en que se va a presentar y nos permitirá no colapsar nuestro sistema de salud.

Esto ha permitido contar desde el principio y hasta ahora, con suficientes camas, ventiladores y lugares en todos los hospitales, no nos hemos visto rebasados en cuanto al sistema público, hubo un poco de problemas en hospitales privados en Juárez, pero actualmente está equilibrado.

Debemos aclarar que las defunciones que anunciamos en las ruedas de prensa cada día, son fallecimientos de registro que no acaban de ocurrir, sino que siguen todo un protocolo que establecen los servicios de salud y por eso hay picos de 20, 15 o 10 defunciones y días con cero fallecimientos.

¿Por qué primero fue Juárez el epicentro?

El tema de Ciudad Juárez fue que aparte de ser frontera con los Estados Unidos, es nuestra ciudad con mayor población y además cuenta con una enorme densidad de alrededor de 400 personas por kilómetro cuadrado.

Eso representaba que era sí o sí donde se presentarían las estadísticas más altas y así ha sucedido, pero también en todos los países incluyendo México con la CDMX y su área metropolitana, ahí hay más contagios y fallecimientos por la gran transmisibilidad.

Conforme la densidad poblacional va disminuyendo nuestra dispersión se pone más lenta y debido a ello fueron los municipios de Juárez y Chihuahua los que empezaron, ahora son Parral y la zona Centro Sur del estado como Delicias y Meoqui, donde van aumentando en virtud de contar con mayor densidad de población.

Lo que significa que los municipios donde los contagios serán menores son aquellos con las poblaciones más pequeñas y dispersas.

¿Cómo se manejará el regreso a la nueva normalidad?

Chihuahua por ley debe apegarse a la metodología de la Secretaría de Salud Federal, hemos estado muy en contacto con ellos para ir acompañados en esa parte, sin embargo Chihuahua mide algunas variables independientemente de las nacionales.

El semáforo es el mismo a nivel nacional y cada semana se va a estar actualizando, se inicia el primero de junio y la mayoría, sino que el 99 por ciento del país, arrancamos en rojo, de acuerdo a los avances se sigue al naranja, luego al amarillo y finalmente al verde de acuerdo al nivel en que se encuentre la pandemia.

Ese semáforo como en la ciudad de México se va a mover de una manera allá y de otra acá, dado que no todos empezamos con la transmisibilidad en las mismas fechas, y no hemos tenido la misma velocidad, sucederá que en Chihuahua, no todos los municipios podrán tener el mismo color en el semáforo.

Como ejemplo cito que Juárez va más adelante que Chihuahua capital, ellos iniciaron con los contagios primero y pareciera que están alcanzando el pico que anuncia que sigue la bajada en las estadísticas.

Pero habrá municipios que por sus condiciones similares los vamos a tratar como una región por su misma movilidad.

Los semáforos se darán a conocer los viernes para que la población se prepare los fines de semana para el arranque con los nuevos colores que vayan cambiando dado que cada uno nos indicará las actividades que podremos o no realizar.

Todo cambio de color va a depender de la aceleración de los casos y de la ocupación hospitalaria como los principales parámetros para seguir avanzando o incluso retroceder.

Para el primero de junio inician como actividades esenciales la industria de la construcción, la minería, y las industrias automotrices y aeroespaciales. Estamos en platicas con ellos en espera de cómo evolucionan las cosas para el lunes.

De comenzar como está previsto tendrán que observar ciertas restricciones como el que no entran al cien por ciento, sino respetando la nueva normalidad.

¿Qué es la nueva normalidad?

Significa que todas las medidas adoptadas hasta el momento, de uso de gel, lavado de manos, uso de cubrebocas, limitación de aforos y medidas adoptadas en la Sana Distancia, llegaron para quedarse.

Así tendremos que vivir en tanto no tengamos una vacuna, un medicamento para tratar el COVID-19, que ha sido bastante agresivo y no se ha comportado igual en ningún país, en China fue diferente a Estados Unidos, en España que en México, en Italia que en Argentina.

Cuando pega una pandemia a la humanidad, la hace cambiar su forma de vivir y el Coronavirus no será la excepción, las medidas preventivas tendrán que seguir permanentemente.

Conforme la transmisibilidad vaya avanzando es como se irán tomando las mejores decisiones para proteger a la población.

*Ha sido muy discutido el tema entre la economía y la salud, y sabemos que las dos son sumamente importantes, porque una depende de la otra, pero tenemos la obligación de privilegiar la salud, esa es la indicación del gobernador Javier Corral.

Sin embargo se han realizado planes de acción para que el problema económico sea atendido con prontitud y se vea por la gente que ha perdido el empleo, por las mujeres que sufren maltrato y todos los fenómenos sociales que se derivan de la pandemia y el distanciamiento.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

Las principales comorbilidades que agravan el estado de los contagiados por el COVID-19 siguen siendo el sobrepeso y sus consecuencias, además la diabetes y el fumar, son factores tanto para adquirir la enfermedad, como para que llegue a complicarse.

¿Existen más contagios y fallecimientos?

Esto se ha manejado desde antes de la llegada de la pandemia, se han utilizado a nivel mundial diferentes modelos para tratar de establecer el número de personas que adquieren la enfermedad, las que enferman y las que lamentablemente mueren.

Sabemos que en todas partes del mundo se ha dicho que es imposible saber con exactitud el número de enfermos, la cantidad de gente que es asintomática, los que requerirán algún tipo de atención pero no hospitalaria o los que lamentablemente ingresarán a recibir atención médica y no superaran el contagio.

¿Seguirá enfermándose la población?

Así será, en los países que ya pasaron por crisis graves han llegado al 60 y 70 por ciento de infectados.

Como en todas las crisis, el Coronavirus nos develó muchas cosas buenas pero también malas, hubo solidaridad, unidad, disciplina y otras no tan buenas, pero ganan las que son mejores.

Tenemos que aprender que el COVID-19 nos vino a decir que la salud es lo más importante que tenemos y que somos corresponsables de ella, pero no sólo de la nuestra, sino de toda la sociedad en donde vivimos.

Si no aprendemos el mensaje y no cambiamos nuestra manera de vivir, seguimos destruyendo nuestro cuerpo y el planeta, de nada habrá servido la dolorosa experiencia que hemos vivido.

Al Sector Salud nos ha enseñado que debemos prever las cosas, que debemos tener una oferta académica enfocada a la salud mucho más amplia, que faltan epidemiólogos y sobran pediatras y ginecólogos.

Que Chihuahua hasta hoy no ha padecido de falta de espacios para atender a los enfermos del COVID-19 y no hemos sido rebasados pese a las carencias hospitalarias con que se recibió el Gobierno en 2016.

Nuestra ocupación hospitalaria para atender a los infectados en esta contingencia sanitaria está entre un  35 y un 40 por ciento que nos permite tener un buen margen para cuando lleguemos al pico de contagios.

¿Se ha pensado en cómo sería el regreso a las escuelas?

Definitivamente que esto queda incluido en la Nueva Normalidad y no se podrá contar con grupos de 50 niños como solía haberlos.

Los horarios laborales tendrán que ser redefinidos, no todos podremos laborar por las mañanas y se tendrán que intercalar los turnos.

Las grandes empresas ya están visualizando esa parte y están enfocados en el cómo enfrentarán esa nueva normalidad.

Tendrá que haber mucho Home Office, más educación a distancia, vamos a tener que encontrar nuevas maneras de vivir en tanto no haya cura ni vacuna contra el virus.

¿Hay posibilidades de vacunas o tratamientos?

Si hay una gran actividad de investigación en los países de todo el mundo, ya se están probando vacunas en humanos, se están usando tratamientos y existen posibilidades de encontrar fármacos específicos como sucedió con la influenza.

Sin embargo no hay la certeza, no existe ninguno probado, para que una vacuna vea la luz en países como Corea del Sur, de acuerdo a los protocolos se requiere como mínimo un año.

La anécdota:

¿Le gusta que le digan La Comandante?

Creo que nada más algunos medios de comunicación y el gobernador Javier Corral, que fue el que me bautizó así, son los que me dicen, y se me quedó, no es de gustos o no gustos…

Pero no hay problema, todo es bienvenido, hay que tener apertura cuando se trabaja por algo tan grande como la salud y le agradezco la confianza que tuvo cuando me nombró Subsecretaria.

Nuestro gobernador está muy preocupado por lo que estamos viviendo, me ha tocado trabajar sábados, domingos y días festivos hasta altas horas con él y sus colaboradores.

El Secretario de Salud, Jesús Enrique Grajeda, quien me invitó a colaborar, ha sido uno de mis principales apoyos en este encargo…