A 150 años de que Díaz venciera al ejército más poderoso del mundo

Jorge Bueno Sánchez, cronista de la ciudad de Oaxaca, relata cómo llegaron los militares a la región Mixteca con el fin de recuperar la capital del estado y otras plazas importantes.

“Supieron que un destacamento del ejército austriaco y belga, que participaba con los franceses, leal al emperador Maximiliano de Habsburgo, estaba en los alrededores de la Mixteca, por lo que el 23 de septiembre, antes del alba, salieron en su persecución con su caballería”, relató.

“Porfirio y Félix pelearon juntos en la batalla: recogieron a tres muertos y más de veinte heridos”.

“A esta batalla, ocurrida hace 150 años, la consideran como el principio del fin de la invasión francesa en México. El propio presidente Juárez en su periplo por tierras del norte escuchó atento las conquistas de Porfirio, su paisano”.

Díaz ganó las batallas de Miahuatlán y la Carbonera, en inmediaciones del municipio de San Francisco Telixtlahuaca, en los Valles Centrales, parte de su fama nacional posterior, de acuerdo al cronista, todo en 1866.

El general Díaz, quien sería después presidente de la República, presentó su informe militar donde exponía que “Comenzamos a combatir a la una, con tenacidad y valor por ambas partes, son las siete de la noche y me encuentro en el paraje de Las Minas, después de tres leguas de persecución al enemigo, teniendo en mi poder 396 prisioneros austriacos, polacos y húngaros, de ellos siete son oficiales”.

Relataron historiadores de Oaxaca que Porfirio aprovechó los conocimientos de los habitantes sobre el terreno para preparar estrategias que le permitían derrocar a los franceses.

Ejemplo de ello es que los logró llevar a zona de lodo que entorpeció el avance francés en la batalla y los mexicanos los doblegaron, pese a que los galos eran el doble y tenían mejor entrenamiento.

Cuatro años antes de estas batallas (5 de mayo de 1862), ocurrió la Batalla de Puebla donde Ignacio Zaragoza y Porfirio Díaz aprovecharon también el terreno para derrotar a los europeos invasoras.

En 1867 dejarían los franceses México tras 12 mil bajas mexicanas y 11 mil 654 francesas, con más de 20 mil europeos partidarios de la misión de Napoleón.