Defiende Solalinde escultura blasfema; acusan
La organización Pueblo Católico acusó a Alejandro Solalinde que defender la escultura "Sincretismo" que causó rechazo y polémica en la ciudad de Guadalajara.
Por: Redaccion 03 Septiembre 2017 21:28
La escultura causó gran controversia luego de que usaron incorrectamente la imagen de la Vírgen de Guadalupe al combinarla con diosa azteca y la "santa" de los narcos, el trabajo final causó gran rechazo por parte de los católicos en Guadalajara y en el país.
La organización Pueblo Católica envió carta para acusar a Alejandro Solalinde de intentar defender la escultura fuera de todo buen juicio de razón y lejos del respeto a la religión.
El escrito acusa de Solalinde de intentar acaparar atención con sus opiniones sobre el tema.
El personaje a quien conocen como defensor de los derechos humano en Oaxaca además es sacerdote católica.
Las declaraciones hechas por Solalinde y los defensores de la escultura, sólo confunden al pueblo católico y guadalupano, acusaron.
Desestimaron su trabajo como activista al contradecirse con sus palabras, la organización "Pueblo Católico", lo señaló de defender lo sacrílego y blasfemo que representa la escultura.
A continuación la carta íntegra:
"Diferentes medios informaron el día 30 de agosto de 2017 la visita a Guadalajara del activista y defensor de los derechos humanos, Alejandro Solalinde, personaje que, además se dice sacerdote católico.
El activista asistió a la universidad ITESO de Guadalajara a participar en charlas relacionadas con el problema de la migración, área a la que se ha dedicado apenas los últimos cinco o seis años de sus setenta y dos de vida.
La nota destacada en su visita, no fue el tema migratorio en el que muchos lo consideran una autoridad. A don Alejandro le gustan los reflectores y la polémica, así que no resistió la tentación de volver a aparecer en los medios, haciendo una defensa de la escultura “Sincretismo” como si ahora además de activista en derechos migratorios fuera también defensor de esculturas.
Ahora dejan hablar a un personaje que se dice católico, para que amplíe las ideas que su Excelencia prefirió mejor callar.
La opinión del señor Solalinde, es una más de aquellas opiniones que diciéndose católicas, son en realidad, defensores de lo blasfemo y sacrílego.
Su labor con los migrantes puede ser buena, pero no muy distinta a la de otros que hacen lo mismo o más que él, pero sin tanto ruido.
No podemos dar demasiado valor a la opinión de quien diciéndose sacerdote ha causado baja en al menos dos instituciones religiosas, ambas en Guadalajara: Primero el Instituto Preparatoriano de los padres Carmelitas, donde cursó dos años de letras clásicas y del cual fue expulsado por sus ideas poco o nada conformes con la enseñanza católica, y en segundo lugar el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos, donde estudió filosofía y teología, y en el cual causó serios problemas al abandonar el seminario, llevando consigo a otros quince seminaristas, para después formar un grupo, denominado Consejo Regional de Seminaristas.
Como vemos este padrecito ha sido desleal a la Iglesia y además conflictivo.
Tiene algunos títulos de universidades públicas, (es curioso que de allí no lo corrieran) ese dato nos permite comprender que, en vez de una opinión sacerdotal, o católica, expresa el parecer de alguien, más afín con el ateísmo que con la doctrina católica. Su formación religiosa no es sólida, sino más bien anticristiana.
Lamentablemente las opiniones de Solalinde pueden confundir a muchos que lo ven y escuchan como sacerdote católico bien formado.
Lo que sabe de historia, es lo que el laicismo enseña en sus universidades, si es sacerdote es porque el obispo Arturo Vélez de Toluca se compadeció de él y decidió ordenarlo a pesar de faltarle al menos tres años de estudios sacerdotales, cuando se rebeló y huyó del Instituto religioso donde se preparaba.
Es curioso que juzgue de ignorante, omiso y negligente al clero jalisciense por no enseñar lo mismo que él opina, y que haga esto en la misma ciudad donde están los Institutos que lo rechazaron; no soy sicólogo como él, pero esto parece una proyección de resentimiento contra el clero al cual no tuvo la capacidad de pertenecer.
No dudamos que haya estudiado con aplicación sus carreras universitarias, pero su catolicismo es claramente opaco y herético: Poner en plano de igualdad a la Coatlicue con la Virgen de Guadalupe, afirmando que son dos momentos diferentes de la epifanía de Dios y decir que la serpiente emplumada Quetzalcóatl, es lo mismo que Jesucristo nuestro señor, son sólo dos muestras de sus ideas abismalmente alejadas del catolicismo.
Mucho más conocimiento y cultura católica tienen los presbíteros tapatíos que han rebatido las locuras blasfemas de Solalinde, personas como el Padre Andrés Esteban López Ruiz y el Padre Eduardo Chávez, este último, promotor de la causa de canonización de Juan Diego, ambos se han expresado en redes sociales explicando claramente y con culta profundidad los errores que incluye la obra “Sincretismo”.
¿Cuándo un verdadero católico ha sostenido que María es madre de dioses de un panteón, como se sostiene de la Coatlicue? O ¿Cuándo la Iglesia ha representado a Jesucristo como serpiente? NUNCA. Esto lo puede responder correctamente cualquier niño de catecismo.
Solalinde en Oaxaca defiende a los pobres y aquí viene a defender una escultura millonaria; allá es defensor de los derechos humanos y de la tolerancia y aquí viene con total desparpajo a pisotear los derechos que los ciudadanos de Guadalajara, tenemos de diferir con el gobierno municipal; y, por si esto fuera poco, en actitud intolerante viene a esta ciudad a llamar ignorantes y fanáticos a los que estamos en desacuerdo con la obra Sincretismo.
Padre Solalinde: ¿Dónde está su amor por los pobres?, ¿dónde su preocupación por los derechos humanos y su sagrada tolerancia?
Creemos que la actitud de defensa a Sincretismo, que han tomado algunos miembros de la Iglesia, sólo confunde al pueblo católico y guadalupano.
El responsable de todo este conflicto, y al parecer el más beneficiado en esta polémica, es el señor Alfaro, quien ha encontrado aliados útiles en estas tibias actitudes; esperamos aún que los pastores y líderes católicos, que se supone deben amar a la Santísima Virgen María la defiendan, y si no quieren defenderla, al menos no siembren la confusión, debilitando con ello la defensa que el pueblo guadalupano desea hacer de su Santísima Madre.
Sólo quiero agregar un agradecimiento a María Santísima y a nuestro Señor que ha querido ocultar estas cosas a los sabios del mundo y revelarla a los pequeñuelos. "
Pueblo católico sencillo.