Nace 1 de cada 700 con Síndrome de Down; concientiza IMPE con datos

El Síndrome de Down no es una enfermedad, sino una condición genética con la que se puede vivir plenamente cuando se cuenta con el apoyo adecuado, destaca la maestra especialista en Alteraciones de Audición, Lenguaje y Problemas Emocionales y de Conducta del Instituto Municipal de Pensiones (IMPE).

Con tal motivo, personal del instituto que ofrece servicio de salud y prestaciones económicas a los trabajadores del Gobierno Municipal vistieron pares de calcetines desiguales, actividad acostumbrada para empatizar con quienes tienen esta condición.

Describe que se debe a la presencia de un cromosoma extra en el par 21 y se estima que 1 de cada 700 bebés nace con ella, lo que representa aproximadamente seis millones de personas en el mundo.

Diagnóstico y Características.

El diagnóstico puede realizarse desde la etapa prenatal y confirmarse mediante estudios genéticos, explica.

Aunque esta alteración influye en el desarrollo del cerebro y el cuerpo, cada persona con Síndrome de Down tiene habilidades y potenciales únicos. Sin embargo, pueden presentar desafíos como:

• Retraso en el desarrollo cognitivo y físico.
• Bajo tono muscular.
• Problemas en el lenguaje y desarrollo psicomotor.
• Condiciones de salud asociadas, como cardiopatías, deficiencias visuales y auditivas, y trastornos tiroideos.

A pesar de estos desafíos, el acceso a terapias especializadas –como la ocupacional, del lenguaje y física– permite mejorar la calidad de vida de quienes lo presentan, fomentando su autonomía e independencia.

Día para reflexionar.

En diciembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down, una fecha que simboliza la trisomía del cromosoma 21.

El propósito de esta conmemoración es generar conciencia y promover la inclusión, asegurando que las personas con discapacidad intelectual sean reconocidas por su dignidad y aportes a la sociedad, enfatiza la maestra Rascón Martínez.

Barreras por superar.

Aunque se ha avanzado en inclusión y derechos, Rascón Martínez señala que persisten obstáculos sociales y estructurales que limitan las oportunidades de las personas con Síndrome de Down, tales como:

• Prejuicios y estereotipos que restringen su desarrollo.
• Discriminación en el ámbito laboral, educativo y social.
• Falta de recursos en escuelas para una educación verdaderamente inclusiva.
• Dificultades para acceder a servicios de salud, terapias y apoyos especializados.
• Altas tasas de desempleo debido a la escasez de oportunidades laborales inclusivas.

Un Llamado a la Acción

Este 21 de marzo, es un momento clave para reforzar el compromiso social con la equidad y la inclusión. La especialista del IMPE subraya que es fundamental:

• Fomentar la intervención temprana y el apoyo continuo.
• Garantizar educación inclusiva, con capacitación docente y ajustes razonables.
• Impulsar oportunidades laborales mediante programas de empleo con apoyo.
• Promover leyes y políticas que garanticen igualdad de oportunidades.
• Respetar y hacer valer los derechos fundamentales de las personas con discapacidad intelectual.

La inclusión no es solo una meta, sino una responsabilidad compartida. Construir una sociedad accesible y justa es tarea de todos, concluye la especialista.

Foto | Concientización en el IMPE.

Foto | Libier Melisa Rascón Martínez.