Evita estos errores al consumir chía

La nutrióloga Marta Verona identifica errores comunes y comparte recomendaciones para optimizar su consumo, según La Vanguardia:

• Romper la cubierta externa: un paso esencial. Uno de los principales errores es consumir la chía sin romper su envoltura externa. Esta capa, si no se procesa adecuadamente, dificulta la liberación de nutrientes esenciales durante la digestión. Marta Verona sugiere métodos simples para romper esta cubierta: remojarlas en agua o yogur, molerlas o tostarlas. Estas prácticas aseguran que el organismo pueda absorber todos los nutrientes que estas semillas ofrecen.
• El error de consumirlas secas. Las semillas de chía tienen una alta capacidad de absorción de agua, pudiendo expandirse hasta 15 veces su peso. Consumirlas secas puede causar molestias digestivas, como hinchazón o incluso obstrucciones en el esófago. Para evitar estos problemas, es fundamental hidratarlas previamente o consumirlas junto con líquidos suficientes.
• Exceso de consumo. Aunque la chía es rica en fibra, consumirla en exceso puede causar problemas digestivos como gases o diarrea, especialmente en personas no habituadas a dietas altas en fibra. Se recomienda comenzar con pequeñas cantidades (una cucharadita diaria) e ir aumentando gradualmente hasta dos cucharadas.

Son ricas en minerales como calcio, magnesio, potasio y fósforo, esenciales para la salud ósea. Su fibra ayuda a mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento, mientras que su contenido en antioxidantes combate los radicales libres, beneficiando la piel y retrasando el envejecimiento celular.