Esto se sabe de la bacteria Klebsiella oxytoca en México
El brote de la bacteria Klebsiella oxytoca en el Estado de México ha causado la muerte de 13 menores, confirmándose hasta el 7 de diciembre un total de 20 casos.
Por: Redacción 09 Diciembre 2024 10:00
La Secretaría de Salud ha señalado que la posible causa de la infección está relacionada con la contaminación de Nutrición Parenteral (NPT) o sus insumos. Las investigaciones continúan para identificar la fuente de la contaminación, aunque siete pacientes han logrado sobrevivir y sus cultivos resultaron negativos después del tratamiento.
Desde el 29 de noviembre, las autoridades sanitarias han tomado medidas urgentes para controlar el brote, incluyendo la emisión de una alerta sanitaria para la inmovilización preventiva de los lotes de nutrición parenteral producidos por la empresa implicada, a partir del 21 de noviembre. Además, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realizó una inspección en las instalaciones donde se produjeron las soluciones paraenterales, pero no se encontraron hallazgos críticos.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE) ha confirmado la presencia de la bacteria tanto en muestras humanas como en las soluciones paraenterales utilizadas. La Secretaría de Salud, junto con Cofepris, InDRE y autoridades del Estado de México, están trabajando de manera coordinada para identificar el origen de este brote.
¿Qué es la bacteria Klebsiella oxytoca?
La Klebsiella oxytoca es una bacteria que se encuentra de manera natural en el intestino humano y en los animales, pero puede causar infecciones graves en pacientes hospitalizados o inmunocomprometidos. La doctora Rosa María Wong Chew, experta de la UNAM, explicó que las infecciones asociadas a esta bacteria incluyen neumonía, infecciones en la piel, vías urinarias y sepsis, que es una infección generalizada en el torrente sanguíneo.
Uno de los principales problemas con esta bacteria es que puede ser resistente a varios antibióticos comunes, como penicilinas y cefalosporinas, lo que dificulta su tratamiento y aumenta el riesgo de complicaciones graves como choque séptico y muerte. La situación actual presenta un reto significativo para los profesionales de la salud, quienes deben adaptar sus tratamientos ante la resistencia bacteriana.