En La Líber | Columna En Tiempo Real

TRAEN una revolución intestina en el IMSS-Bienestar, que poco a poco se va conociendo, donde el fondo es ir restando control del programa de salud universal a Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Primero hubo una reforma al estatuto orgánico del IMSS-Bienestar, que centraliza el control financiero pero no en el propio instituto sino con la Secretaría de Hacienda federal de Édgar Amador Zamora.

Eliminó el Gobierno de Sheinbaum seis coordinaciones. Además aglomera los hospitales y sistemas de los 23 estados adheridos con una nueva Coordinación de Operación Regional.

Eso fue en la parte operativa, pero ahora y más importante, la Junta de Gobierno del IMSS-Bienestar la tendrá a su cargo el secretario de Salud Federal, David Kershenobich Stalnikowitz, cercan a la presidenta Sheinbaum.

Zoé Robledo  ahora solo tiene uno de nueve votos en la Junta de Gobierno, el IMSS antes tenía cinco de diez, la mitad.

Entran en la ecuación Eduardo Clark, subsecretario de Integración; Ramiro López, subsecretario de Políticas de Salud; y el director del Issste, Martí Batres, todos cercanos a Sheinbaum y que dejan aislado el poder de Robledo.

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EL GOBIERNO Federal anda buscando ganarse a los productores del campo en Chihuahua con los nuevos programas.

Aparece el estado grande en el programa Cosechando Soberanía para invertir en aumento en la producción de frijol, especialmente pequeños y medianos productores a quienes les comprarán el producto.

Esto lo anunció Julio Berdegué, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural que ha estado pegado a lo que ocurre en tierras chihuahuenses.

Y el segundo programa es el de Liconsa para transformarse en Leche para el Bienestar. Lo mismo, comprarán a pequeños y medianos productores, salen beneficiados especialmente en el centro-sur, en la región de Delicias.

La presidenta Sheinbaum también lanzó el programa de tecnificación para cultivos del Distrito 005 y toda esta serie de acciones muestran que quiere enterrar la ‘guerra del agua’ en el pasado y que los productores volteen a ver con ojos más guindas.

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