Alerta IMSS por enfermedades transmitidas por animales

El doctor Carlos Becerril Gutiérrez, médico coordinador auxiliar de Vigilancia Epidemiológica del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) Ciudad de México Sur, explicó que la principal forma de contagio de estas enfermedades es el contacto directo con animales infectados. Este contacto puede ser a través de la saliva o mordeduras de perros, gatos, garrapatas, mosquitos o murciélagos, así como por la ingesta de alimentos contaminados.

Entre las enfermedades bacterianas, la brucelosis es una de las que mayor impacto tiene en la salud humana. Esta infección es provocada por una bacteria que afecta a varias especies de mamíferos como vacas, cabras, camellos, perros y cerdos. El contagio puede ocurrir por el consumo de productos no pasteurizados, crudos, mal manejo higiénico y mala cocción de carne, entre otros factores.

La doctora Elizabet Damaris Flores Vivaldo, también coordinadora auxiliar de Vigilancia Epidemiológica del OOAD Ciudad de México Sur, destacó que las enfermedades causadas por virus como la influenza y el SARS-CoV-2 tienen una alta capacidad de mutación. "COVID-19 fue una enfermedad emergente generada por zoonosis, de la cual ningún país tenía la experiencia de cómo prevenir y actuar ante el masivo contagio", enfatizó.

Ambos especialistas subrayaron la importancia de ser cautelosos con la tenencia de animales poco convencionales como algunas especies de primates, lagartos o marsupiales. Aunque se han vuelto populares como mascotas, no son considerados animales domésticos debido a su naturaleza salvaje y su potencial para transmitir enfermedades como la rabia.

"Estos animales pertenecen a otro hábitat. Además de alterar su naturaleza, estamos expuestos a comportamientos inesperados que pueden resultar en tragedias debido a su propia naturaleza", advirtieron.

En caso de sufrir una lesión grave por mordedura o intoxicación, el IMSS recomienda acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) más cercana para recibir una valoración y determinar el tratamiento adecuado, que puede incluir la vacunación antirrábica.