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Los sismos en Chihuahua y su potencial peligro para la construcción

Foto: SkyAlertMx en Twitter

* Necesario definir coeficiente sísmico en reglamentos de construcción

* Ayudaría monitoreo de sismicidad

* Regiones con actividad Madera, Parral y Ojinaga

Por: Redacción 14 Marzo 2020 16:06

El Estado de Chihuahua no está ajeno a los cambios dinámicos de la corteza terrestre. En este sentido, la región ha estado sometida a sismos importantes en los últimos 100 años, como es el caso del  temblor de Bavispe en 1887; el temblor de Parral en 1928; y el temblor de Valentine en 1931. Por tal motivo se deben tomar en consideración estos efectos en el diseño de estructuras para Chihuahua. 

Es necesario definir valores del coeficiente sísmico para las diferentes zonas del Estado, debido a que los códigos nacionales son conservadores para algunos puntos específicos.

El hecho de que el Estado de Chihuahua se encuentre en una región con una  sismicidad muy peculiar, y de que no se tiene un registro más o menos detallado de su actividad local, se justifica la creación e instalación de una red telemétrica sísmica en el Estado, lo que obedece a objetivos específicos y prioritarios.  

Los objetivos más generales que se persiguen son: el monitoreo de la sismicidad en el estado, particularmente en la zona central que cubrirá la red; y la determinación de las características y comportamiento tectónico de la región en la que se encuentra el estado, lo que implica acercarse al  conocimiento de la distribución y ocurrencia de sismos, y analizar la actividad de las estructuras involucradas en los eventos.

Dentro de los objetivos particulares se pretende analizar algunas estructuras y zonas específicas, y estudiar la zona cercana a  la falla de Bavispe, que es una zona donde en cierto período de tiempo se espera que ocurra un gran sismo, ya que en el pasado  hubo eventos de magnitud considerable.

Los puntos donde se recomienda instalar los sismógrafos serán con base en la cobertura de un área de interés; primero, cubriendo los posibles elementos dinámicos causantes  de sismicidad, que podrían ser en Madera o Casas Grandes, Ojinaga, Parral, y otra en la Ciudad de Chihuahua, donde se localizaría la central del registro. 

En el caso de la ciudad de Chihuahua, un sismo muy intenso puede tardar decenas o cientos de años para presentarse, por lo que es muy baja la probabilidad de que un gran sismo se presente durante la vida útil de la estructura. 

Sin embargo, dado que ciertas partes de la región del estado se han visto sometidas a sismos importantes en los últimos 100 años, los efectos por sismo, en el diseño de estructuras para la Ciudad de Chihuahua, deberán tomarse en consideración.   

En Ciudad Juárez aquellos edificios que se han construido siguiendo  los reglamentos modernos, han tenido en su gran mayoría, un comportamiento satisfactorio ante los sismos,  al contrario de los numerosos daños, que han experimentado las estructuras diseñadas y construidas con   reglamentos de construcción antiguos o aquellas que no han seguido ningún código. 

Lo  anterior  tiene un importante  significado: tanto la  investigación como el intercambio  de conocimientos y experiencias entre los investigadores y los ingenieros practicantes, han   dado buenos resultados. 

Por lo tanto, es necesario hacer la revisión y actualización del coeficiente de diseño para Ciudad Juárez, ya que el número de edificios importantes, desde  el punto de vista de riesgo sísmico, está aumentando, y por otro lado, el reglamento no se ha actualizado desde hace varios años. 

Los resultados del diseño por sismo en el  Estado de Chihuahua, usando los códigos locales, difieren en algunos casos, con los resultados de los códigos nacionales e internacionales.  

Por esta razón es necesario hacer una revisión y actualización del coeficiente sísmico, tomando en cuenta los últimos movimientos del terreno en esta zona, así como también los avances técnicos en ésta materia. 

Mientras no haya métodos de predicción con alto grado de confiabilidad “nuestras mejores defensas ante los fenómenos sísmicos serán un buen tema de protección civil y el cumplimiento de normas y procedimientos de construcción adecuados para las diferentes zonas sísmicas de México.

En el  estado de  Chihuahua se han  registrado sismos de relativa importancia, como el de la región de Hidalgo del Parral, que afectó algunas construcciones. Igualmente, se cita el sismo de Valentine (1937), en el vecino  estado de Texas en EUA, pero, muy cercano al río Bravo, frontera con Chihuahua, causando ciertos daños en la población de El Paso, Texas.

Sin embargo, es importante destacar, que en el año 2011, precisamente entre los meses de abril y mayo, se registró una gran cantidad de eventos sísmicos en el  NNE del estado de Chihuahua, localizados en su mayor parte en una zona situada casi a la mitad de la distancia que separa las ciudades de Juárez y Ojinaga, ambas en la frontera con Texas.

El enjambre sísmico comprende alrededor  de 37 eventos (de acuerdo con el SSN)  con magnitudes entre 3.6 y 4.5 y con profundidades del hipocentro variables entre 30 y 5 km.

A pesar de que el nivel de sismicidad en la provincia de Cuencas y Sierras - Río Grande Rift es baja, los parámetros de la fuente del sismo de Parral en 1928,  indican que la extensión en las fallas normales está ocurriendo por lo menos muy al sur del sureste de Chihuahua. 

La longitud, profundidad  y complejidad de la ruptura  del sismo de Parral son similares  a aquellos otros eventos de magnitud comparable que ocurrieron en la cordillera oeste  de Estados Unidos. 

La atenuación de las intensidades en la región parece estar entre las relaciones desarrolladas para las provincias orientales de Estados Unidos. El mecanismo del temblor de  Parral sugiere orientación de la extensión noreste-suroeste. Esta orientación no es similar a la observada en los límites de la frontera norte de México, sin embargo, es similar a un tercio de las medidas en la  vecindad de la depresión de Coahuila. 

El cambio en la dirección de la extensión puede representar la agonía de los esfuerzos de campo en la  provincia de Cuencas y Sierras o esfuerzos de transición entre la extensión este - oeste observada al norte y la norte - sur observada al sur, en el cinturón volcánico central mexicano.    

Una compilación de la sismicidad histórica del noreste de Sonora y noroeste de Chihuahua para el periodo  1887 - 1999 ofrece 64 eventos. La mayoría de la sismicidad está concentrada en la región epicentral del temblor de Bavispe del 3 de mayo de 1987, Mw = 7.4, el cual tiene la superficie de ruptura por falla normal más larga de la historia del sur de la provincia Cuencas y Sierras.  

El segundo temblor más grande en la región es el evento del 26 de mayo de 1907 en Colonia Morelos. Otros grupos de sismicidad han sido localizados en Valle de Guaymas y las regiones de Fronteras-Nacozari  Cd. Juárez- El Paso y Granados- Huásabas. Adicionalmente a estos movimientos, es importante destacar el temblor de Valentine Texas, en 1931, con efectos importantes en casi todo el estado de Chihuahua.

El evento de Parral de 1928 ocurrió en un  sistema de fallas normales típicas noroeste-sureste localizadas en la orilla de la Sierra Madre Occidental. También se puede localizar un sismo de 4.1 en 1984 cuyo epicentro se localizó a 50 km. del evento de Parral. 

Respecto a los daños que causó el temblor de Parral en la Ciudad de Chihuahua, hay poco documentado en cuanto a los daños  sufridos por los edificios debido a que en esos tiempos eran pocos, pero si hubo numerosos, se pueden citar los del edificio del Palacio de Gobierno, de donde se desprendieron grandes trozos de cantera, de las cornisas de los remates de los balcones: el  central por la calle libertad y el de la calle Vicente Guerrero. De las cornisas de Catedral también se desprendieron algunos elementos de cantera y se cree que las torres sufrieron agrietamientos fuertes. El servicio telefónico se tuvo que interrumpir por algunos minutos, por daños en el equipo. Al parecer los aparatos sismológicos se descompusieron debido a la intensidad  del fenómeno y no pudieron hacer el registro. Otros daños menores se presentaron, pero sin consecuencias graves.   

En la capital del estado evento más reciente  fue de 3.9 en 1991 y se localizó en la zona del Vallecillo a 32 km. de la Cd. de Chihuahua. 

Toda la información anterior se dio a conocer en el 5to. Congreso Nacional de la Asociación Latinoamericana de Control de Calidad, Patología y Recuperación de la Construcción en Noviembre del 2012 en la Facultad de Ingeniería Mochis, Universidad Autónoma de Sinaloa. 

La conferencia se tituló “Los sismos en el estado de Chihuahua y su potencial peligro para la construcción” donde participaron los profesores y profesoras Royo Ochoa, Chávez Aguirre, Quintana Domínguez, Pinales Munguía, Castañeda Ávila, Villalba, Espino Valdés, De la Garza Aguilar,. Cordero De los Ríos, Acosta Chávez y Royo León de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua; Colmenero Sujo del TEC II de Chihuahua; y Urrutia Fucugauchi, Alva Valdivia y González Rangel del Instituto de Geofísica de la UNAM.*

*Donde se consultó la información no venían los nombres de pila de los investigadores, solo sus apellidos.

 


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