Así le rechazó policía federal 50 mdd al Chapo

Fue el 8 de enero de 2016 cuando agentes en Los Mochis, Sinaloa, recibieron el reporte del robo de un automóvil Ford Focus en color rojo.

Se trataba de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y e Iván Gastélum Cruz, El Cholo, quienes a bordo de esta unidad intentaban salir de la ciudad, huyendo de un operativo, tras salid del drenaje por el que se esfumaron inicialmente.

“Recibimos vía radio la información sobre un reporte de robo de vehículo por parte del C4. A los diez minutos vi que venía el carro Focus rojo reportado", señala la narración del agente difundida este día.

Cuando le dieron alcance a la unidad y le marcaron el alto, éste se detuvo “de manera normal”.

Según el testimonio, el federal y sus compañeros dieron alcance al auto robado en el que viajaban "El Chapo" y "El Cholo".

"Del Focus se bajó primero el conductor, quien hizo contacto con el RT (responsable de turno), mientras que yo me paré del otro lado de la patrulla para darle cobertura. 'Comandante, traigo al patrón, échenme la mano', alcancé a escuchar que decía el conductor, lo que me pareció muy extraño”, indica la narración.

Luego, dijo el agente, que caminó y se paró junto al vehículo, del lado del acompañante. “Abrí la puerta y el pasajero se me quedó viendo: ‘¡Ah canijo, es El Chapo!’, pensé”.

“Échenme la mano”, le dijo el Chapo.

“Lo jalé y empecé a caminar a la parte trasera de mi patrulla. Cuando iba llegando a la puerta le puse rápido las esposas”, narró el elemento.

Pero el Chapo insistió: “Ayúdeme y no va a volver a trabajar. Comandante, dígame qué quiere, pero ya écheme la mano. Le ofrezco dos o tres empresas de aquí de Sinaloa; es más, le dejo 50 millones de dólares, para no vuelva a trabajar nunca en su vida”.

“Yo soy policía y estoy haciendo mi trabajo. No vaya a creer que alguien me avisó”, le contestó.

Luego llegaron refuerzos y elementos de la Secretaría de Marina.