*Un rapero encarcelado, un libro prohibido y un cuadro retirado *Los derechos y las libertades se ven amenazados

En las últimas semanas tres casos: la condena de cárcel a un rapero, el secuestro del libro “Fariña” y la retirada de la obra “Presos políticos en la España contemporánea” de la feria de arte más importante Arco, representan un ataque a la libertad de expresión en la España del siglo XXI.

Al rapero Váltonic se le encarcela tres años y medio porque en algunas de las letras de sus canciones crítica a la monarquía. Por otro lado, un juez ordenó el secuestro del libro que habla de políticos vinculados en el narcotráfico gallego. Por ultimo, en el cuadro censurado aparecían, pixeladas, imágenes de Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, y Jordi Cuixart, quienes están encarcelados por su participación en el referéndum de independencia en Cataluña el año pasado, y a los que el autor del cuadro considera presos políticos.

Estos hechos reflejan un retroceso de algunas libertades sociales fundamentales y el aumento de la censura hacia opiniones diferentes. España es una sociedad que siempre se había caracterizado por su tolerancia y respeto, pero ahora vive tiempos de censura.

Está tensión entre respeto e intolerancia se ha visto afectada por reformas legislativas, como la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en 2015 con mayoría del Partido Popular, que endurece con normas más severas manifestaciones artísticas que podrían ser consideradas como delitos de odio, entre otras cuestiones.

Hay tres factores que han aumentado la persecución judicial, de manifestaciones que fomentan la discrepancia. 1) Las demandas de algunos sectores sociales que se sienten “ofendidos” y que el endurecimiento de las leyes permite enjuiciar en los tribunales; 2) El impacto de las redes sociales que multiplican los intentos de silenciar el arte; 3) El proceso soberanistas en Cataluña que provocó la investigación judicial de acciones contra policías y políticos como presuntos delitos de odio. Esto ha afectado notablemente la tolerancia de expresiones diferentes.

La sociedad española está atemorizada porque hay un aumentando de la intolerancia que complica manifestar una opinión con normalidad, sin correr el riesgo de ser sancionado penalmente.

José Ramón Santillán-Buelna

Grupo de Estudios Avanzados en Comunicación (www.geac.es)