Asesinó a su hijo con discapacidad porque "ya no podía cuidarlo"

María Luisa Martínez fue culpable de asesinar a  su hijo que estaba en condición de permanecer en la cama todo el tiempo.

La mujer molió 160 pastillas, desde Ibuprofeno hasta Tramadol o Urbason, y lo repartió en dos vasos con líquidos que bebieron ella y su hijo con dispacidad.

Horas más tarde llegó su hija la cual a ver su condición los llevó al hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, en donde los médicos confirmaron la muerte del hijo a causa de la hemorragia cerebral que le provocó la ingesta de los medicamentos, sin embargo la mamá sobrevivió.

Según el escrito del ministerio español, el 26 de noviembre de 2015, Martínez Barranco mató a su hijo de 64 años de edad, quien dependía totalmente de su madre por sufrir minusvalía mental, falta de movilidad, era ciego, sordo y mudo.

El ministerio la libró de la prisión ya que “con sus facultades volitivas y cognitivas gravemente afectadas, por el empeoramiento de su estado de salud a consecuencia de su avanzada edad, la culpable tomó esa decisión al ver que no podía cuidar de su hijo y para evitar que sus otros hijos -uno, de 59, también con 1 discapacidad- tuvieran que asumir la carga futura cuando ella no estuviera”.

Por esta causa tendrá la libertad en vigilancias, con obligación de entrar en tratamiento psiquiátrico externo, durante 6 años.